Poder compartir el nombre y la la historia de una nueva maestra siempre es un momento emocionante, pero esta vez la emoción es aún mayor porque es su hijo Carlos Yañez-Barnuevo quien nos ha enviado esta semblanza de su madre Ángeles García Palacios, joven maestra comprometida con los ideales de la II República y que fue expulsada del magisterio y apartada de lo que más quería.
Gracias Carlos por compartir este recuerdo emocionado y emocionante.
GARCÍA PALACIOS, ÁNGELES
Guadalcanal 20 de marzo de 1910- Coria del Río 21 abril 1982
Ángeles en la escuela años 30. Foto cedida por su hijo Carlos |
Nació en Guadalcanal, un pueblo de la sierra norte de Sevilla. Cursó estudios en la Escuela Normal de Maestras de Sevilla, obteniendo el título en 1927, con 17 años de edad y con muy buenas notas (12 sobresalientes). A finales de los años 20 estudia con D. Ángel Llorca y asiste como libre oyente a sus clases en el Colegio Cervantes de Madrid. Siempre lo recordó con gran admiración y respeto.
En 1931 obtiene una de las muchas plazas que desde su proclamación comienza a dotar la joven II República, y es destinada como maestra interina al pueblo que será el suyo durante más de 50 años: Coria del Río (Sevilla). Llega, pues, con 21 años de edad, e inicia su carrera profesional al mismo tiempo que la República comienza su andadura, con la Instrucción Pública como una de sus grandes prioridades. Su entusiasmo y su dedicación a la escuela y al proyecto social del momento es total. Es testigo y protagonista de primera línea de la mayor reforma y desarrollo educativo de los últimos 50 años.
Prepara las oposiciones y gana la plaza de maestra titular en 1934. La Memoria Pedagógica que presentó cita a su maestro, el propio Llorca, y también a María Montessori, Georg Kerschensteiner, Félix Martí Alpera, Adolphe Ferrière, Ovide Decroly, Lombardo Radice, Édouard Claparède...exponentes de una escuela moderna, tolerante, laica, no doctrinal.
El golpe de Estado de 1936 acaba con muchos de sus sueños. La gran tragedia de esos años se cierne también sobre ella y sobre su entorno. El 22 de agosto de ese fatídico verano los golpistas asesinan a su novio, el joven médico de Santiponce D. José Carmona Carranza, de 28 años, militante del PSOE y de la UGT. Pocos días después, en septiembre, Ángeles es expulsada sumariamente del magisterio junto a otro maestro coriano, D. Vicente Neira, por órdenes del general Queipo de Llano.
Sin medios de subsistir y con la amenaza de ser “sacada” y asesinada en cualquier momento, se refugia en casa de su amiga Manolita Olivera, hija del farmacéutico de Coria, D. Mariano. Probablemente esa decisión le salvó la vida porque la familia Olivera, buena, religiosa y conservadora, la acogió y la protegió.
El día de su boda Foto cedida por su hijo Carlos |
En esa casa y en esos años conoció y trató al joven médico y amigo de los Olivera Luis Yáñez-Barnuevo de la Milla, que ejercía en Coria también desde 1931. Hombre de izquierdas, había perdido a sus dos hermanos en esos meses de terror: Antonio, capitán de Artillería, que permaneció leal a la República y la defendió con las armas, fue fusilado en Cádiz el 6 de agosto de 1936. El mayor, Juan, agricultor y padre de 5 hijos pequeños, fue asesinado el 7 de septiembre en El Saucejo (Sevilla) al día siguiente de la entrada de las tropas franquistas en el pueblo.
Probablemente la desgracia compartida y la amistad con los Olivera los fue acercando hasta que se casaron en 1941. La represión franquista acabó con la vida de más de 200 corianos, cuyas familias y allegados formaron una cadena de solidaridad con D. Luis y Dª Angelita durante las cuatro décadas que duró la dictadura.
En marzo de 1937 es sometida a un proceso por la “Comisión Depuradora de Instrucción Pública D”, de tan infausta memoria, puesto que era la dedicada a depurar a los enseñantes de educación primaria. En agosto de 1937 resuelven la suspensión de 6 meses y el traslado forzoso a Mairena del Alcor, a casi 50 km. de su domicilio en Coria del Río, adonde se incorpora en enero de 1938.
La llegada de los hijos (6 en total, desde 1942 a 1954) y las dificultades de ir y venir a su escuela de Mairena la obligan muy a su pesar a pedir la excedencia voluntaria del magisterio el 3 de febrero de 1956. Pero siempre se consideró maestra, y después de educar y criar a sus 6 hijos (y ayudar a algunos sobrinos y allegados) volvió a las aulas en 1973, con 63 años de edad, para satisfacer su vocación hasta donde pudo. Durante toda su vida en Coria tanto ella como su marido, D. Luis “el médico”, se esforzaron por ayudar a los más necesitados, de forma directa o junto a las “hermanitas de la Cruz”, que visitaban asiduamente la casa familiar. En sus últimos años, antes y después de su jubilación del magisterio, participó activamente en la ONG Amnistía Internacional.
A pesar de la tragedia vivida con 26 años, nunca cultivó el odio, y siempre transmitió a sus hijos y a su entorno la necesidad del respeto a los demás y a uno mismo, empezando por la dedicación al estudio y a la instrucción, la lectura, la cultura, los idiomas, los derechos humanos, la democracia...
Murió en su casa de Coria del Río, el 21 de abril de 1982.
Fuente:Ficha enviada por su hijo Carlos Yañez-Barnuevo García
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